Prevención
de embolismos gaseosos en la administración de contrastes radiológicos con bombas
inyectoras de alta presión
¿Cómo funcionan las bombas
inyectoras de contrastes radiológicos en los estudios de tomografía (TAC)?
Andamos estos días con medios de comunicación,
redes sociales y profesionales sanitarios, un poco “desasosegados” por una
noticia relacionada con la muerte de una anciana a manos, presuntamente, de una
técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) o como antaño se denominaban,
auxiliares de enfermería. Según las últimas noticias esta muerte se produjo
tras provocarle, presuntamente, un embolismo gaseoso.
El incidente ha provocado que actualicemos nuestros conocimientos sobre el tema y reevaluemos actuaciones que realizamos cada día.
El incidente ha provocado que actualicemos nuestros conocimientos sobre el tema y reevaluemos actuaciones que realizamos cada día.
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Imagen 1: Embolismo gaseoso detectado en una TAC o evidencia de que #LaBurbujaNoMata. Se trata de un paciente asintomático y este es un hallazgo casual en su tomografia. |
Como éste es un riesgo al que también se expone todo
paciente que ha de realizarse una tomografía contrastada, me ha parecido
oportuno escribir sobre ello, en parte para avalar la idea de que una burbuja
en el torrente sanguíneo no mata y en parte para tomar conciencia de que con
una buena praxis se pueden evitar a diario muchos eventos adversos en nuestros hospitales.
Dado que en una anterior entrada ya escribí sobre
cuidados para los pacientes relacionados con la administración de contrastes intravenosos, en esta me centraré en las bombas inyectoras de alta presión.
Las bombas
inyectoras de contrastes se llevan empleando desde los años 80 en los estudios
radiológicos con la finalidad de conseguir concentraciones adecuadas de
contraste en sangre y en los tejidos. Se emplean en estudios de tomografía,
resonancia, radiología intervencionista, hemodinámica y electrofisiología. Son
seguras pero deben ser manejadas por personal entrenado en la técnica segura de su uso (1). Dado que se trata de fármacos intravenosos, la administración del
contraste y el manejo del inyector la realizan profesionales de enfermería que
serán capaces de evitar, reconocer y actuar ante cualquier evento adverso (2).
¿Cómo
son estas bombas inyectoras de contrastes en la TAC?
Constan de varias partes:
- Cabezales
donde se ajustan las botellas o jeringas de contraste
- Pantallas o mandos táctiles desde donde se puede programar la dosis y flujo del
contraste, poner en marcha o apagar el inyector, constan de dos
o Proximal integrada en el propio inyector, y
que está dentro de la sala del tomógrafo (imagen 2).
o Distal, fuera de la zona de radiación donde
el operador la programa sin riesgo a exponerse a las radiaciones ionizantes (imagen 3).
Imagen 2: inyector junto al tomógrafo imagen 3: consola distal del inyector |
- Sistema
de alarma sonora y visual que se activa en caso de sobrepasar la presión
establecida, obstrucción o entrada de aire al sistema, entre otras. En estos
casos el inyector se detiene inmediatamente. Resaltar que antes de iniciar la
inyección el sistema siempre preguntará si hemos purgado adecuadamente el
sistema (imagen 4).
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Imagen 4: consola con mensaje de alerta antes de iniciar la infusión. |
- Unidosis,
al inyector se le ajustan unas jeringas precargadas con contraste de un solo
uso, cada paciente usa una jeringa y una alargadera (imagen
2)
- Multidosis,
el inyector tiene capacidad para botellas de contraste desde 50 ml hasta 1
litro, en este caso sólo se cambia la alargadera de un paciente a otro. La alargadera tiene un sistema antirreflujo que impide el retroceso de los fluidos y
la posible contaminación del resto del contraste o del sistema inyector (imagen 5).
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imagen 5: inyector con tres cabezales, dos para contraste y uno para suero fisiológico. Emplea envases multidosis. |
- Según
el número de cabezales, se podrá inyectar sólo contraste que serían las de un cabezal (imagen 6) o administrar también suero fisiológico, en este caso constan de
varios cabezales (imágenes 2 y 5). El empleo de suero
tiene unas ventajas añadidas como son comprobar la permeabilidad y tolerancia
de la vía venosa y lavarla al final del procedimiento, también sirve para compactar
el contraste intravenoso (3, 4) o diluirlo.
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Imagen 6: inyector de un cabezal que se emplea en radiología vascular |
¿Cuáles son los pasos a seguir en la administración
de contrastes radiológicos con inyectores para prevenir embolismos yatrogénicos ?
Las medidas de seguridad en la administración de contrastes serán en general:
- Previa
a la llegada del paciente al servicio de radiología tanto el médico radiólogo
como la enfermera habrán revisado la historia clínica y la solicitud de la
exploración.
o Se
valorarán los antecedentes personales y la última analítica sanguínea
o El
radiólogo concretará el tipo de estudio a realizar así como la dosis y flujo de
contraste a inyectar más adecuados. El tipo de tomógrafo también hará que estas
dosis varíen de unos a otros.
- Llegado
el paciente se le realiza una breve entrevista sobre
o Alergias
conocidas
o Medicación
habitual
o Enfermedades
pre-existentes: la insuficiencia renal puede ser causa de no administración de contraste
o y
su experiencia en este tipo de exploraciones
- Y como medidas de prevención de embolismos la enfermera valorará el acceso venoso y las condiciones necesarias para la
inyección: calibre del catéter y tipo, si no porta catéter lo canalizará y si
ya porta valorará que sea apto y que no haya indicios de lesión o inflamación de
la vena (flebitis). Se desaconseja el uso de palomillas metálicas por el riesgo
de rotura de la vena, y de catéteres venosos de silicona, en general, por el riesgo de
rotura de los mismos y consiguiente embolismo por cuerpo extraño, por este motivo también se retirarán conexiones con membranas o no aptas para altas presiones. Adjunto
esquema con flujos y presiones máximas admitidas por los catéteres siempre que el
acceso esté en buen estado.
- Se comprobarán todos los elementos implicados en la administración (alargaderas y conexiones aptas y bien purgadas) y la estanqueidad de los mismos, se inyectará
suero fisiológico, bien en embolada manual (con jeringa de 10 ml) o mecánica
(con el inyector) para comprobar la permeabilidad, que no aparezca dolor, ni
haya riesgo de extravasación ni de fugas.
- Según
las características del paciente (peso), del catéter y las indicaciones del radiólogo
se realizará un ajuste de la dosis y flujo del contraste a inyectar.
Así
la dosis del contraste se ajusta según:
o su
peso, a mayor peso, mayor cantidad de contraste será necesario
o el tipo
de estudio, así, por ejemplo, en estudios vasculares las dosis son inferiores a
estudios abdominales (renal o hepático).
o los flujos variarán según el tipo de catéter
como ya vimos y del tipo de estudio, en algunos caso será necesario cambiar el catéter:
Si pese a todas las medidas tomadas, durante la realización de la TAC se sospecha o detecta que puede haberse causado un embolismo, el inyector será detenido de inmediato por la enfermera y entrará en la sala para valorar el estado del paciente.
¿Estos
inyectores son iguales que los que se emplean para administrar otras
medicaciones intravenosas?
Todos
los enfermeros conocemos y hemos manejado bombas de infusión para administrar
medicación, aquí Pablo Sánchez en su blog lo explica muy bien: http://enfermeriatecnologica.com/bombas-infusion-enfermeria/,
más allá de que también las hay para goteros y para jeringas y administran fluidos
intravenosos, y del número de sus componentes, sus diferencias radican en el
flujo y las presiones de administración que resumo aquí muy brevemente:
¿Y que puedo añadir a lo aportado estos días en la redes sociales?
Respecto a algunas cosas que he podido ver relacionadas
con la noticia de la semana, mencionada ya al principio, me voy a atrever a
añadir otras:
@PauMatalap nos explicaba en su blog que “Una burbuja de
aire en el suero no te va a producir una embolia gaseosa ni te va a matar” (enlace aquí),
y añadía, para mayor tranquilidad de los pacientes, que si el gotero se acaba es
imposible que entre aire por la vena gracias a la presión sanguínea. Respecto al volumen necesario de aire para
provocar un embolismo fatal no todas las fuentes defienden esos 50 ml, algunas
hacen referencia al desconocimiento de los volúmenes exactos para provoca
alteraciones cardíacas (5), otras, que incluso que pueden ser cercanos a los
200 o 300 ml de aire intravenoso (6), así mismo, la gravedad del embolismo también puede
estar relacionado con el flujo de administración (7) así como la zona donde se
instaura “esa burbuja”, si es en ventrículo derecho o de origen arterial, volúmenes
inferiores podrían provocar la muerte del paciente. También influye la situación basal del paciente y su posición (8).
Por
otro lado @enfrmraSaturada explicaba en un video cómo se podían inyectar esos
50 ml de aire de manera intencionada (entiendo) (enlace aquí)
A esta aportación añadiré que existen diversos tipos de
jeringas de 50 ml:
·
Cono luer lock, con rosca
de seguridad que evita fugas
·
Cono luer excéntrico
·
Cono luer catéter.
Las dos primeras conectan con sistemas intravenosos sin
ningún problema y la tercena, de cono más grueso conecta a sondas nasogástricas
para nutrición enteral o sondas vesicales para lavados principalmente, con un
adaptador adecuado también se podría emplear para administración intravenosa. Y
todas ellas se encuentran accesibles en cualquier unidad de hospitalización,
servicio de urgencias, de cuidados intensivos, etc. (al menos yo las he tenido
siempre a mi alcance)
Para tranquilidad del paciente decir, que tanto la
legislación vigente como los principios éticos que nos rigen nos imponen no
lesionar al paciente de manera intencionada. Destaco los principios de no maleficiencia
y el de beneficiencia
para este caso. Pese a que la principal función de todo sanitario es la de
cuidar y curar a los pacientes, no hay que desestimar la existencia de los llamados “ángeles de la muerte sanitarios”
que seguro de más de un caso hemos leído.
Más allá de lo comentado hasta aquí, y más allá del
embolismo provocado, cabe recordar otros factores pueden provocar embolismos
gaseosos o aéreos, entre ellos nombraré unos pocos:
1. La colocación, manipulación y retirada de catéteres
venosos principalmente si son centrales
2. Traumatismos en en cabeza, cuello, tórax o abdomen
3. Algunas intervenciones quirúrgicas de cabeza, cuello, cadera,
trasplantes hepáticos o cesáreas por nombrar algunas
4. En algunas técnicas que se emplea aire insuflado como son
las colonoscopias o endoscopias.
La pregunta que deberíamos
plantearnos ahora sería…¿somos los profesionales sanitarios capaces de detectar
una embolia gaseosa? Y ¿Actuar para minimizar sus repercusiones?
Sucedido
lo sucedido, quizá sea momento oportuno para recordar algunas actuaciones y
definir o actualizar los protocolos en nuestros hospitales, prevenir es la primera regla en la seguridad del paciente, la segunda es actuar al primer síntoma para evitar consecuencias mayores.
Bibliografía:
Boscá Mayans
MR, Arana E, Pascual Pla FJ, Sánchez-Aparisi E. Seguridad en la administración
de contrastes radiológicos intravenosos con bombas inyectoras de alta presión.
Metas Enferm 2013; 16(1):22-26
1.
Bueno JM. Inyectores
de medio de contraste: herramienta básica, Julio de 2009
2.
Singh J, Daftary A.
Iodinated Contrast Media and Their Adverse Reactions. J Nucl Med Technol
2008;36:69-74.
3. Mark A. Auler MD,
Terry Heagy RT, Lejla Aganovic MD, Robin Brothers RT, Philip Costello MD and U.
Joseph Schoepf MD. Saline Chasing Technique with Dual-Syringe Injector Systems for
Multi-Detector Row Computed Tomographic Angiography: Rationale, Indications,
and Protocols. Current Problems in Diagnostic Radiology Volume 35, Issue 1,
January-February 2006, Pages 1-11(Curr Probl Diagn Radiol, January/February
2006 ) en
4.
Patrick Haage 1 ,
Thomas Schmitz-Rode , Dolores Hübner , Piroth Werner y Rolf W. Günther Reduction
of Contrast Material Dose and Artifacts by a Saline Flush Using a Double Power
Injector in Helical CT of the Thorax. American Journal of Roentgenology. Am. J.
Roentgenol., Apr 2000; 174: 1049 - 1053.
5.
Ball CG, Rajani RR,
Feliciano DV, Nicholas JM. Venous air emboli and computed axial tomography
power contrast injectors. Am J Surg 2009; 197:e57-e58.
6.
Mirski MA, Lele AV,
Fitzsimmons L, Toung TJK. Diagnosis and treatment of vascular air embolism. Anesthesiology
2007; 106:164-77.
7.
Sad WEA, Sad N.
Tomografía computerizada en la enfermerdad tromboembólica venosa. En: Dogra,
VS, Bhatt, S (Ed). Estudio de imágenes transversales en situaciones de
urgencias, Clínicas radiológicas de norteamérica,2007;45(3).España, Elsservier
2008. P.423-446
8.
ECRI Institute.
Venous air emboli and automatic contrast media injectors. Patient safety
Advisory 2004; 1(4):13-5.
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